¡Tu carrito está actualmente vacío!
Cerezas Deshidratadas
Cerezas deshidratadas: un snack saludable y versátil
Las cerezas deshidratadas son unas frutas secas que conservan la mayor parte de los nutrientes y beneficios de las cerezas frescas. Descubre cómo disfrutarlas con recetas saludables.
Las cerezas deshidratadas es un snack saludable y versátil que se puede consumir durante todo el año. Las cerezas deshidratadas se obtienen al eliminar el agua de las cerezas frescas mediante un proceso de secado, que puede ser natural o artificial. Tienen un sabor dulce y ácido, y una textura firme y jugosa.
Características de las cerezas deshidratadas
Su contenido en antioxidantes, especialmente antocianinas, que le dan su color rojo y que protegen las células del daño oxidativo. El aporte de fibra, que favorece el tránsito intestinal y la saciedad, y de vitaminas y minerales, como la vitamina C, que refuerza el sistema inmunitario, el potasio, que regula la presión arterial, y el hierro, que previene la anemia.
Beneficios de las cerezas deshidratadas
El consumo regular de cerezas deshidratadas puede aportar diversos beneficios para la salud, tales como:
- Mejorar la salud cardiovascular: las cerezas deshidratadas ayudan a reducir el colesterol y los triglicéridos, y a prevenir la formación de coágulos, lo que disminuye el riesgo de sufrir infartos o accidentes cerebrovasculares⁴.
- Aliviar el dolor y la inflamación: las cerezas deshidratadas tienen propiedades antiinflamatorias y analgésicas, que ayudan a aliviar el dolor y la inflamación de las articulaciones, los músculos y los tejidos. También pueden ayudar a reducir los síntomas de la artritis, la gota y el reumatismo⁵.
- Regular el sueño y el estado de ánimo: las cerezas deshidratadas contienen melatonina, una hormona que regula el ciclo del sueño y el estado de ánimo. El consumo de cerezas deshidratadas puede mejorar la calidad y la duración del sueño, y prevenir el insomnio, el estrés y la depresión.
Recetas saludables con cerezas deshidratadas
- Granola de cerezas deshidratadas: mezclar en un bol dos tazas de copos de avena, media taza de nueces picadas, media taza de cerezas deshidratadas, un cuarto de taza de miel, dos cucharadas de aceite de coco, una cucharadita de canela y una pizca de sal. Extender la mezcla sobre una bandeja de horno forrada con papel vegetal y hornear a 180ºC durante unos 20 minutos, removiendo de vez en cuando, hasta que esté dorada y crujiente. Dejar enfriar y guardar en un recipiente hermético. Servir con leche, yogur o fruta fresca.
- Ensalada de queso de cabra y cerezas deshidratadas: lavar y escurrir una bolsa de lechugas variadas y colocarlas en una ensaladera. Añadir un puñado de cerezas deshidratadas, un puñado de nueces tostadas, un puñado de queso de cabra desmenuzado y un poco de cebolla morada en aros. Aliñar con una vinagreta de aceite de oliva, vinagre balsámico, miel, sal y pimienta. Mezclar bien y servir fría o templada.
- Bizcocho de yogur y cerezas deshidratadas: batir en un bol tres huevos, un yogur natural, una medida de yogur de aceite de oliva, dos medidas de yogur de azúcar y la ralladura de un limón. Añadir tres medidas de yogur de harina, una cucharadita de levadura y una pizca de sal. Mezclar bien hasta obtener una masa homogénea. Incorporar un puñado de cerezas deshidratadas y verter la masa en un molde engrasado. Hornear a 180ºC durante unos 35 minutos o hasta que al insertar un palillo salga limpio. Dejar enfriar y desmoldar. Espolvorear con azúcar glas y decorar con unas cerezas deshidratadas.